Perder las llaves

¿A quién no le ha pasado la siguiente escena? Llegamos a la puerta de nuestra vivienda y vamos a sacar las llaves para abrir nuestro domicilio cuando descubrimos que no están en el lugar habitual donde las dejamos (bolsillo del traje, interior del bolso, monedero…). Tras unos momentos de desconcierto en los que seguimos buscando, comenzamos a ponernos nerviosos. ¡Las llaves no están! Después de volvernos a cerciorar, esta vez con mayor atención, y comprobar que, efectivamente no se encuentran en donde estamos acostumbrados a guardarlas, extendemos la búsqueda a otros bolsillos, compartimentos del bolso aún más escondidos, abrigo… Si hemos venido conduciendo hasta casa, regresamos al coche para comprobar que las llaves no se nos han caído mientras conducimos. Volvemos mirando al suelo, por si nos las encontramos en el camino. Y finalmente nos rendimos ante la evidencia. No están. Las hemos perdido, olvidado en algún lugar o nos las han robado.

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Para evitar estas situaciones, lo más recomendable es seguir una serie de consejos de nuestra empresa de cerrajeros, que impedirán que volvamos a perder las llaves o que nos las roben. El primero de ellos pasa por no cerrar la puerta de manera automática. Éste es un proceso que exige atención y con pasos que deben ser realizados conscientemente. Si lo hacemos así guardaremos las llaves en el lugar que corresponde, para encontrarlas a nuestra vuelta.

Pasos para no perder las llaves

El proceso consciente englobaría varios pasos. En primer lugar coger las llaves antes de salir de casa (importantísimo si no queremos olvidarlas dentro). A continuación abrir la puerta, manteniendo las llaves en la mano. Una vez que hemos salido de nuestra vivienda, y sin cerrar la puerta, comprobaremos que no hay ninguna llave puesta en la cerradura por la parte de dentro de la puerta. Entonces introducimos las llaves que llevamos en la mano en la cerradura, por la parte de fuera, y finalmente cerraremos la puerta. Es importante no cerrar la puerta sin haber introducido previamente las llaves puesto que puede que hayamos cogido un juego que no corresponde a esa cerradura.

En todo este proceso, y con el fin de prevenir cierres imprevistos, podemos interponer el pie entre el marco y la puerta, pero lo más importante es cerrar la puerta manteniendo las llaves en el interior de la cerradura. A continuación damos las vueltas que sean necesarias para dejar la puerta bien cerrada y extraemos las llaves. Este es otro momento muy importante, que exige pensar en lo que estamos haciendo, pues es fácil que se nos olviden las llaves puestas en la puerta si tenemos prisa o estamos pensando en otras cosas.

Por último, ya sólo quedaría guardar las llaves en el lugar donde solemos hacerlo habitualmente. Tiene que ser un lugar de donde no se nos puedan caer, y deben permanecer allí, sin ser sacadas, hasta el momento en que regresemos a nuestra vivienda. Si las guardamos en un bolsillo es conveniente que éste tenga cremallera o un cierre con botón o velcro. Además, debemos comprobar periódicamente que el bolsillo donde echamos las llaves no tiene agujeros.

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Que no te roben las llaves

En caso de que guardemos las llaves en un bolso, es mejor hacerlo en el interior del mismo, y no en un bolsillo exterior. Tampoco debemos olvidar guardar las llaves en un compartimiento que tenga cremallera, porque es más seguro. Después, sólo quedaría cerrar el bolso convenientemente.

Si salimos de casa con las llaves en la mano corremos el riesgo de que se nos caigan. Este simple hecho, en ocasiones, conlleva algo más que agacharse a recogerlas, pues existen muchos huecos por donde podrían colarse, como el espacio que queda entre la puerta del ascensor y el marco, alcantarillas de rejilla o rendijas de ventilación.

Por otro lado, si dejamos las llaves en un bolsillo y éstas nos molestan, corremos el riesgo de tener la tentación de sacarlas y dejarlas sobre una mesa cuando tomamos algo en un bar, por ejemplo. En otras ocasiones, solemos dejar encima de la mesa de los bares o restaurantes aquello que llevamos en los bolsillos, como el paquete de tabaco, el mechero, el móvil o las llaves, con el consiguiente peligro que esto conlleva, no sólo como consecuencia de posibles olvidos, sino también de robos.

Por último, cuando regresemos a casa, utilizaremos las llaves para abrir el portal y después volveremos a guardarlas en el lugar habitual, hasta llegar a la puerta de nuestra vivienda, donde volveremos a buscarlas otra vez. Si las llevamos en la mano y montamos en el ascensor corremos el riesgo de que, al ir jugando con ellas, se nos caigan en la rendija que se forma al abrir la puerta del ascensor.

Desde nuestra web de cerrajeros esperamos que os hayan sido útiles estos consejos para no perder las llaves.

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